viernes, 24 de julio de 2015

Mi hermano mayor

Mi hermano mayor, Ferdinand, me lleva 13 años. En casa le decimo Ferdin, pero cuando yo era un poco más pequeña, le decía Fechín, porque no podía pronunciar su nombre. Ferdin y yo, según mami, somos iguales, y por eso peleamos mucho. Ferdin y yo peleamos cada vez que el viene de visita, o yo voy a verlo, pero es mi hermano, y estoy obligada a amarlo aunque pensemos diferente. Cuando yo estaba en Kinder, ya Ferdin se iba a graduar de cuarto año. Así que mi grupo de jangueo eran sus amigos. Digamos que yo era la mascota del grupo. Ferdin siempre fue rockero, de corte semi-metálico y cocolo. Era algo bastante raro. Ferdin me enseño a imitar a Gene Simmons, pero también a Super Moncho. Lo mismo te cantaba una canción de Kiss, que una de Maelo. Ferdin tenía un Volky, del modelo Beetle, setentoso. Y cada cierto tiempo el pintaba el carro, porque le gustaba la hojalatería. Así que su Volky de momento podía se vino con flamas de fuego gris, y los meses podía estar gris completo. Ferdin tenía una banda, que tocaba los sábados en Lupis. Practicaban los viernes en la marquesina de casa. Todo el mundo me conocía por “la hermana del de la banda”. Se había dejado el pelo largo y se había hecho una pantalla. Tenía un parecidito a Adam Sandler en Wedding Singer. Ferdin era un lady killer, y siempre estaba enjevao’. Ferdin tuvo una novia que se llamaba Aracelis. Aracelis me caía bien, mayormente porque tenía unas boobs enormes, y me preguntaba que Ferdin hacía con todo eso. Asumo que disfrutando. Ferdin me pegó la manía de escuchar AM. Desde que se mudó a la casa de Valencia (que aclaro, TODOS mis primos vivieron en la casa de Valencia, menos Fernando y yo. El día que papi y mis tíos decidieron venderla yo sufrí un ataque de tristeza que nunca comuniqué. Yo siempre quise llegar a grande para poder mudarme a la casa de Valencia. Aún hoy día, después de tantos años, imagino como hubiese decorado la casa. Esa fue la casa de abuela Carmela, donde todos crecimos. Yo usé todos mis trucos para que no la vendieran, incluso sugerí que la rentaran como hospedaje porque está al ladito de la UPR, pero no. Se empeñaron en venderla. He pasado varias veces, y está totalmente descuidada. Me da una pena profunda. Las pocas veces que paso, me veo chiquita, corriendo por el frente de la casa, trepándome en la reja donde se supone que hubiese un aire acondicionado, o corriendo a casa de madrina, que vivía al lado) tuvo la manía de escuchar Radio Reloj. Por las noches, cuando mami me dejaba irme de sleepover a la casa de Valencia, escuchábamos Contacto 13, ahora Contacto Noti-uno, para dormir. Ferdin tuvo una Harley, y le hacía lo mismo que al Volky con la pintura. Mami no dejaba que él me montara en la Harley, así que aprovechábamos cuando ella tomaba siestas, para dar vueltitas a la manzana. Ferdin tuvo un Mirage, porque en ese momento no era un caco-car, pero no le duro ni 3 meses. Se lo roban y lo encontraron a la semana, por La Colectora, desmantelado. Ferdin era medio galán. Tuvo una novia de Ponce, que fue la novia más linda que le conocí. De vez en cuando él me llevaba de sleepover a Ponce. Siempre peleábamos porque él quería ir a El Triángulo a comer, y yo quería Burger King. Curioso, que casi 20 años después de eso, yo también tuve una novia de Ponce, y fuimos a comer a El Triángulo. Ella nunca lo supo, pero le dije de ir ahí porque tenía un lazo afectivo con ese lugar, y quería recordar. Ferdin fue el primero que verbalizó mi homosexualidad. Vio que le había pegado un sello de arco iris al control de mi televisor. Entró contrariado a mi cuarto, y me preguntó que si yo sabía que era eso. Yo me hice la pendeja, porque en ese momento era más fácil escapar de cierta realidades con un simple no. Me dijo que eso era cosa de patas, y que si no era pata y no quería que me asociaran como una, que botara el sello ese. Lo saqué, y lo puse en el mueble del televisor, debajo, donde nadie lo veía. Pero no lo boté. Ferdin me llevo a mi primer party de “viernes social” cuando estaba en cuarto año. Yo era bien sanana, y me dijo “que tú haces si te ofrecen un trago?” Yo le dije “pues decir que no!” Ferdin me dijo “nena no, les dices que sí. Pero solo te vas a dar uno”.  Y así fue. Me ofrecieron un fancy “Licor 43 con leche” a lo cual yo dije que sí. Creo que como yo dije que sí, mis amigas, igual de sananas que yo, dijeron sí. Esa noche muchos se dieron más de uno, y terminaron tirándose por la jalda de casa de Vanessa, y bañándose en la manguera. Ferdin me fue a buscar. Me quedaba de sleepover en la casa de Valencia. Ya en la casa, escuchando Noti-uno, me pregunto si me habían ofrecido un trago. Le dije que sí, y que había dicho que sí. Después me dijo que en los partys, podía darme un trago, quizás dos. Pero que no pasara de eso, porque después los nenes me iban a querer tocar, y él les iba tener que ir a dar, y eso era muy complicado por la edad, y que él no quería ir preso, y que no le dijera a mami que él me había dicho que bebiera. Después cuando salíamos, siempre me pedía un “Licor 43 con leche”. Ferdin me regaló mi primera copia de ¡00 años de Soledad, era su obra favorita, y yo tenía que leerla para la escuela. Después de leerla, se convirtió en mi obra literaria favorita también. Ferdin estudió muchas cosas, como yo, pero terminó estudiando Sicología, y una maestría en Trabajo Social.  De momento, Ferdin consiguió un trabajo, y se mudó para Alabama. Ferdin ya solo venía en verano y navidad, y siempre estaba con sus panas. Ferdin me dijo que si no me gustaba la universidad, que me quitara. Que hiciera un curso corto en algo que me gustara y ya. Que la universidad no era para todo el mundo. Años después, fue a mi primera graduación universitaria. Estuvo jodiendo todo el rato. Me explotó la batería del celular mandándome mensajes de que tenía hambre. Que quería ir al Hamburguer y darse una cerveza. Ferdin me regaló mi primer pote de azafrán. El pobre infarta cuando pagó 35 pesos por 2 gramos de azafrán. Ferdin me llevaba a Six Flags cuando iba a visitarlo, escondido de la mujer. Le decía que íbamos para Atlanta, al mercado internacional a comprar especias y cosas para mi universidad, pero realmente nos íbamos al parque. Compraba las taquillas con cupones de Coca Cola para que nos salieran baratas, y solo íbamos como a 6 montañas rusas, pero a las mejores. Nuestra favorita es la de madera, porque parece que se va a caer todo el tiempo, y nos recuerda a National Lampoon’s Vacation. La última vez me hizo push out mis boobs, para que el tipo nos dejara usar el fast pass line sin tenerlo porque ya tocaba virar a Alabama, y él quería montarse en la de Superman. Ferdin se casó (y se divorció), y me dio dos sobrinos hermosos. Cuando el mayor iba a nacer, estaba pasando por una ruptura amorosa, y le dije que si de casualidad era nena, no le pusiera ********* porque eso era nombre de cabrona. Me dijo que no me preocupara. Antes que naciera, le tenía celitos, algo muy idiota yo teniendo 27 años. La primera vez que lo cargue, le pedí perdón. Y le dije que siempre lo iba amar por sobre todas las cosas, incluso mami, papi o mujer alguna. Y que siempre iba a tener chicle y dulces. El pequeño es más conchú que el otro, y siempre tengo que acordarle que soy su única tía, y que está obligado por ley de vida a amarme sobre todas las cosas, después de papá, Elo y Ela (papi y mami, abuelo, abuela…you guys get it). Que cuando tenga 16 años y su papá lo bote de la casa, yo soy la que va a tener que bregar con el tostón, y que si no me ama, no lo ayudo. A él le da lo mismo toda esta explicación, igual no me da besos, ni abrazos, ni me dice que me quiere. En cambio, es loco con que me lo trepe a caballito y lo salude con el puñito. Ferdin es un don papá, y se desvive por sus muchachos. Ferdin me llevó de regalo de cumpleaño a la pista de Talladega. Me dijo que me montara en el carro, que me tenía una sorpresa. Después de dos horas en el carro, estaba histérica, y le dije que virara, que no sabía cuál era el puto regalo, pero estaba harta de estar en el carro, que tenía hambre y qué mejor de regalo me llevara a Waffle House. Me tuvo que decir a dónde íbamos. Ha sido de los mejores regalos sorpresa del mundo. Ferdin me lleva a desayunar a Waffle House cuando lo visito. Siempre pedimos un Ribeye medium con huevos fritos sunny side up. Él café y yo Coca Cola. Desayuno de campeones. Ferdin llegó antier, y ese día tuvimos una peleíta, quizás es porque nos parecemos. Yo lo amo, pero no porque estoy obligada. Quizás es que nos parecemos.  


Estos somos Ferdin y yo, en Talladega. Cuano yo tenía guille de Zsa Zsa Gabor, y el de Tiburón.

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